lunes, 7 de enero de 2019

Hijos de médicos

PARA LOS HIJOS DE UN MÉDICO

¡Qué orgullo tener un MÉDICO en casa...!

El niño despierta mirando para todos lados, como buscando algo. Lo primero que ve es a su abuelo/a, o tío/a o hermanos mayores, y con un gesto de duda le pregunta, ¿dónde está mi papá? Papá, mi niño, se fue a trabajar. Al niño le invade un silencio y una inmensa tristeza. Vuelve a preguntar, ¿y por qué papá tiene que irse tantas veces antes de que amanezca, y regresar después de que me duermo? La persona que le acompaña, con un gesto de amor y de orgullo, le contesta: porque es un MÉDICO.

Mientras lo vestía, el niño vuelve a mostrar su curiosidad y pregunta, ¿qué es un MEDICO? Ante la duda le contesta: es aquel hombre o mujer que no tiene horario de trabajo, no tiene Navidad, no tiene Año Nuevo, no celebra cumpleaños ni días feriados, y tampoco tiene veranos ni inviernos. Para él todos los días son iguales, es como la bandera nacional, se lava con la lluvia y se seca con el sol. Es aquel que no te ve cumplir tus añitos, que tiene como amiga la oscuridad de la noche, las estrellas, con quien comparte sus problemas y en las noches más frías, comparte sus pensamientos; es aquel que no atiende a su familia porque debe atender a los demás; es aquel que duerme menos que cualquiera a lo largo de su vida y sabe que morirá antes que los demás, cansado y a veces, sin amigos. Es aquel quien muestra tu foto y dice orgullosamente: ¡éste es mi HIJO!

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