jueves, 18 de enero de 2018

Nutrición y cáncer. SOLISAH


Nutrición y cáncer
Una buena nutrición mejora la calidad de vida y el pronóstico de pacientes con cáncer, dado que cuando el cuerpo está bien alimentado tiene a mano más y mejores materiales para fortalecer sus defensas.
Escrito por Redacción de Webconsultas,
Causas de malnutrición en el paciente de cáncer
Nutrición y cáncer

    Causas de malnutrición en el paciente de cáncer
    Evaluación del estado nutricional del enfermo de cáncer
    Falta de apetito en el enfermo de cáncer
    Alteraciones del gusto en el enfermo de cáncer
    Sequedad bucal en el enfermo de cáncer
    Llagas e infecciones orales en el enfermo de cáncer
    Náuseas y vómitos en el enfermo de cáncer
    Alivio de la diarrea en el enfermo de cáncer
    Estreñimiento en el enfermo de cáncer

El régimen alimenticio ejerce un papel muy importante en el tratamiento de un paciente con cáncer, dado que cuando el cuerpo está bien alimentado, tiene a mano más y mejores materiales para fortalecer sus defensas.

Hay que consumir los nutrientes adecuados, antes, durante y después del tratamiento que siga el paciente, tales como vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos, grasas y agua. Esto aportará una mejora muy significativa en la calidad de vida.

Se debe considerar que estos pacientes sufren en muchos casos malnutrición (40-80%), mostrando una disminución del peso con pérdida de proteínas viscerales y somáticas.

Hay que tener en cuenta el impacto de la malnutrición:

    Un mal pronóstico de la evolución de la enfermedad.
    Menor posibilidad de respuesta a tratamiento.
    Empeoramiento de la calidad de vida.
    Mayor morbilidad y mortalidad asociada a los tratamientos.

Por todo ello, es necesario conocer las causas que pueden provocar malnutrición en el enfermo de cáncer con el fin de controlarlas.
Causas de malnutrición relacionadas con el tipo de cáncer

    Alteraciones mecánicas o funcionales.
    Alteraciones metabólicas.
    Secreción de sustancias químicas: los tumores pueden producir sustancias químicas que cambien la manera en que el organismo utiliza los nutrientes. Esto afecta a cómo el cuerpo emplea las proteínas, carbohidratos y grasas, sobre todo cuando el tumor está localizado en la zona gastrointestinal (estómago o intestinos).

Causas de malnutrición relacionadas con el paciente

    Hábitos adquiridos: los pacientes traen consigo un hábito equivocado de alimentación, por tanto una vez que se convierte en paciente oncológico, continúa con los mismos hábitos.
    Anorexia: es la falta de apetito. Es una de las causas de malnutrición más frecuentes en los pacientes de cáncer. Puede aparecer tanto al comienzo de la enfermedad o más adelante.
    Caquexia: es un síndrome de desgaste físico que produce debilidad y pérdida de peso, incluyendo grasa y músculos. Es más frecuente según qué tipo de cánceres. La anorexia y la caquexia suelen ir juntas, por ello la pérdida de peso puede deberse a una ingesta menor de calorías, ya que presentan la disminución del apetito, o bien porque el organismo no absorbe adecuadamente los nutrientes ingeridos, de ahí la caquexia.

Causas de malnutrición relacionadas con el tratamiento

Cirugía: la cirugía aumenta las necesidades de nutrientes y energía, ya que nuestro cuerpo lo va a emplear en cicatrizar heridas, evitar posibles infecciones y una pronta recuperación.

Radioterapia: es un tratamiento que utiliza radiación con alto contenido en energía para que se eliminen las células cancerosas. Puede afectar a células sanas, por ello va a depender de la zona tratada y de la dosis. Como efectos secundarios nos podemos encontrar anorexia, modificaciones en el gusto, inflamación de la boca y las encías, vómitos, infecciones, además de cansancio.

Quimioterapia: es otro tratamiento contra el cáncer formado por diferentes fármacos que actúan impidiendo que proliferen las células cancerosas o bien eliminándolas. De esta manera también acaba afectando a células sanas, y provocando de nuevo efectos secundarios que pueden afectar a todo el cuerpo. Pueden aparecer, relacionados con la nutrición, efectos secundarios como anorexia, naúseas, vómitos, diarrea y estreñimiento, inflamación y llagas en la boca, cambio en el gusto de los alimentos e infecciones.


Nutrición y cáncer

Tanto el tratamiento como la identificación de los problemas nutricionales desde que se comienza el abordaje terapéutico de un tumor puede mejorar el pronóstico del paciente, mejorando la respuesta al tratamiento y pudiendo alcanzar la recuperación. Es importante realizar una evaluación del estado nutricional del paciente, para determinar posibles problemas que puedan afectar al tratamiento del cáncer; pacientes con sobrepeso o malnutrición pueden que no respondan bien al tratamiento, incluso a veces es la propia enfermedad la que provoca la malnutrición.

Por todo esto se realiza unas evaluaciones y exámenes antes de comenzar y se siguen revisiones periódicas durante el tratamiento. Para empezar se suele solicitar al paciente la siguiente información:

    Los cambios de peso que hayan surgido en los últimos seis meses.
    Cambios en la cantidad y el tipo de alimentos consumidos en comparación con lo habitual.
    Problemas que han podido afectar al consumo de alimentos (naúseas, vómitos, sequedad de boca, etcétera).
    Capacidad para realizar la vida cotidiana, caminar...

A esto se ha de sumar la realización de un examen físico, donde el médico especialista buscará pérdidas de peso, grasa y músculo o cualquier retención de líquidos. Todas estas evaluaciones son llevadas a cabo por profesionales sanitarios con experiencia en aspectos nutricionales.

Las metas de la terapia nutricional para estos pacientes son:

    Reducir al máximo los efectos secundarios provocados por el tratamiento.
    Mejorar la calidad de vida.
    Prevenir o corregir la malnutrición.
    Evitar la atrofia muscular, ósea, sanguínea, de órganos, y otros tejidos magros.
    Ayudar al paciente a tolerar al máximo el tratamiento.
    Mantener la fortaleza y energía.
    Proteger las defensas del organismo para combatir las posibles infecciones.
    Contribuir a la recuperación y cicatrización.

La nutrición adecuada debe seguir una vez finalizado el tratamiento, ya que continúa siendo importante para los pacientes que se hayan curado o los que estén en remisión (han desparecido los síntomas, pero no quiere decir que esté definitivamente curado).

Por todo ello la valoración cuantitativa del estado nutricional del paciente sirve para definir en qué casos se recomienda intervención nutricional, destacando:

    Educación nutricional del paciente y familiares.
    Manejo de los diferentes síntomas.
    Intervención farmacológica.
    Intervención nutricional.





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