Terapia de Curación
La metodología con la que se practica la Nueva Medicina es sumamente sencilla, pero necesita una comprensión humana íntegra, sana, y de experiencia y madurez. No obstante, el sentido común y la comprensión humana se han considerado en la medicina ejercida hasta la actualidad como no científicos y poco serios. Hasta ahora se trabajaba principalmente de forma "estadística". Una vez comprendida la metodología con toda su lógica, surge el problema de aprender a trabajar como un detective psico-criminalista.
Para un médico que trabaje realmente en cuerpo y alma y que tenga un corazón cálido para sus pacientes, no hay nada más emocionante y satisfactorio que dedicarse de forma profesional a la Nueva Medicina. Esto le va a llevar a todo médico que posea cualidades carismáticas a buscar el conocimiento más amplio que pueda brindar la medicina, al cual el especialista, considerado actualmente como la cumbre de la medicina científica, no tiene acceso.
Tal vez no sea exagerado decir que todo aquel que quiera trabajar con la Nueva Medicina, por más conocimientos que tenga y por más dominio que posea de los tres niveles, tiene ante todo, que ser una persona madura y bondadosa, una persona en la cual el paciente encuentre un apoyo humano incondicional y una profesionalidad sobresaliente. La medicina del futuro consiste en menor prescripción de medicamentos y en una mayor comprensión por parte del paciente del origen de su conflicto biológico y de su así llamada "enfermedad", buscando en colaboración con el médico el mejor camino para salir de su conflicto o para no volver a caer en él en un futuro. Se trata de que el paciente conozca todo el proceso del concreto SBS (Programa Biológico Especial de la Naturaleza, con pleno sentido) que se ha desencadenado con el DHS, y las dos fases que lo componen con sus síntomas particulares por las que aquel ha de pasar.
Lo especial de la Nueva Medicina es que el paciente se convierte en protagonista absoluto del proceso que se lleva a cabo en su propio organismo. Ya no se "actúa" sobre el paciente, sino que el paciente actúa por sí mismo. En la Nueva Medicina la relación médico-paciente tiene que revisarse y redefinirse completamente.
El médico, que en la medicina practicada hasta hoy en día tenía que ser en lo posible un científico super-especializado, pasa a ser en el futuro, una persona altamente calificada en el aspecto humano, con una preparación muy amplia y con dones de auténtico "detective-criminalista" médico. Además tiene que poseer el carisma de un sano sentido común y de una gran comprensión humana. Tiene que ser capaz de permanecer al lado de su paciente como un buen amigo, proporcionándole al paciente-protagonista sus conocimientos profesionales. Estos "sacerdotes del Dios Esculapio" tienen que ser hombres sabios y humildes, con un corazón cálido y al mismo tiempo con un gran conocimiento general e interdisciplinario.
El primerísimo paso en la terapia de la Nueva Medicina es proporcionar al paciente un entendimiento de la naturaleza biológica de su enfermedad. La terapia debe empezar por hacer que el paciente comprenda su enfermedad a la luz de las Leyes Biológicas. Esto le permitirá no solo saber qué ocurre en su organismo y por qué, sino además participar activamente en su tratamiento y conocer con antelación los cambios que ocurrirán en su organismo según evolucione el conflicto. Además, la persona al conocer la Nueva Medicina sabrá si lo que esta teoría plantea se cumple o no en su caso específico. Lo que es motivo subjetivo para aceptar o no la Nueva Medicina como opción terapéutica.
Es esencial saber si el paciente está en conflicto activo o si ya está sanando. Si el paciente está aún en Fase Activa se debe identificar el DHS y desarrollar una estrategia para resolver el conflicto. Es crucial preparar al paciente para los síntomas de curación y para posibles complicaciones.
Para que la persona inicie el proceso de curación es imprescindible que se resuelva el conflicto, sin la resolución del conflicto NO hay curación. Lo mejor es encontrar una solución real, resolver el problema si hay maneras de hacerlo. Si no hay maneras de resolver el problema simplemente hay que dejar ir la preocupación, no vale la pena preocuparse por situaciones que no podemos resolver, porque esa preocupación nos trae "enfermedad", para ello podemos acudir a ayuda especializada, como psicólogos o psiquiatras, pero sólo si no existe una solución práctica real, y sin consumo de medicamentos.
Una solución práctica es generalmente la mejor y la más duradera. Debido a que los síntomas de curación son siempre proporcionales a la intensidad y duración de la Fase Activa, debemos tratar siempre de resolver un conflicto tan pronto como sea posible. Si un conflicto no puede resolverse debido a limitaciones o por su intensidad emocional, degradar el conflicto es un paso muy importante. La actividad extrema del conflicto, que dura un largo periodo de tiempo, agota al cuerpo a un grado tal que el organismo se consume y el individuo muere de lo que se llama caquexia.
Reducir un conflicto intenso, por ejemplo: a través de encontrar soluciones parciales, un cambio de actitud o distracción, también disminuye los síntomas en el nivel del órgano, como el tamaño de un tumor. Por lo tanto, una "masa conflictual" degradada también provee mejores condiciones para entrar en la Fase de Curación. ¡Esta es la mejor medicina preventiva!
Si la naturaleza ha programado un estado de estrés no es sin razón, puesto que es sólo bajo estrés que el individuo puede resolver el conflicto. Para encontrar una solución real, lejos de suprimir el estrés, es necesario, por el contrario, acentuarlo todavía más para poner al individuo en disposición de resolverlo. En Psiquiatría, cuando se administran tranquilizantes, que son productos químicos para calmar a los pacientes, lo único que se consigue es cultivar enfermedades crónicas, ya que a estos pacientes pierden las fuerzas, privados de sus propios medios naturales para resolver los conflictos. De esta manera, estos infelices no podrán jamás resolver sus problemas y a menudo quedan condenados a pasar su vida entera tras los barrotes de la Psiquiatría.
Es importante que el paciente logre hablar de su conflicto, una de las características de la Fase Activa es que el paciente no puede hablar del asunto, siente que debe "tragárselo" el solo, no puede verbalizarlo. En el momento que el enfermo logra empezar a contar la situación que le preocupa o el evento traumático ocurrido, normalmente empieza la Fase de Curación.
Cuando el conflicto ha quedado resuelto, el tumor no debe ser operado ni eliminado, salvo en rarísimos y excepcionales casos.
Los tumores de proliferación en Fase de Curación (controlados desde el Paleoencéfalo), que es la forma correcta de definirlos, raramente tienen necesidad de ser operados. Tan solo en aquellos casos en los que ocasionan una importante molestia mecánica o limitan al paciente en sus movimientos, como sucede por ejemplo con un gran quiste renal, o un gran bazo consecuencia durante la Fase de Curación de una necrosis preliminar. La necrosis del bazo se presenta en el substrato orgánico en un conflicto de sangrado y herida, con caída de trombocitos en la Fase Activa, y como esplenomegalia (aumento del volumen del bazo), en la Fase de Curación.
Normalmente, es un hecho que en el 90% de los casos no se presentan complicaciones notables en la Fase de Curación. Queda el 10% restante. En los casos en los que el conflicto ha durado más tiempo o la intensidad ha sido considerable (o ambas cosas a la vez) el paciente presenta una masa importante de conflicto, que una vez solucionado puede crear complicaciones en forma de edemas cerebrales, y sobre todo en las Epicrisis. Debemos conocer estas complicaciones, que no son temibles más que en un 10% de los casos, en los que llegado el momento pueden conducir a la muerte.
Después de que el edema cerebral ha sido expulsado, la neuroglia, que es el tejido cerebral conectivo que proporciona el apoyo estructural para las neuronas, se establece en el sitio para restaurar la función de las células nerviosas que fueron afectadas por el shock del conflicto (DHS). Es natural una acumulación de glia, lo que la medicina convencional etiqueta como un "tumor cerebral", a menudo con calamitosas consecuencias para el paciente. Los cánceres cerebrales como metástasis NO existen.
Es importante explicar el contexto de la enfermedad y calmar al paciente, haciéndolo comprender que todo ocurre por una razón y que podemos predecir lo que sucederá durante el proceso de curación. Si el paciente no entiende o no quiere entender los principios de la Nueva Medicina, cualquier esfuerzo terapéutico será inútil.
Cada paciente recibe la terapia que él desea. NUNCA hay que tratar de forzar un paciente hacia la Nueva Medicina, aún si el paciente es tu mejor amigo. Solamente fomentarías problemas y remordimientos de conciencia, dando como resultado falla en el tratamiento y finalmente sentimientos de culpa. Si el paciente siente que la Nueva Medicina es la aproximación terapéutica correcta para él, éste preguntará por más información detallada sobre su caso. Él estará listo para tomar las decisiones correctas y para asumir la responsabilidad por ellas.
¡Las decisiones deben ser tomadas sólo por el paciente!
De acuerdo con los principios de la Nueva Medicina, cualquier intervención terapéutica en el tratamiento de pacientes con cáncer comienza explicando el contexto, ayudando al paciente a sobreponerse al miedo inquietante de que "células metastásicas" se encuentran desplazándose por su cuerpo, y explicando la patogénesis y progresión de la enfermedad, algo de lo que él quizá ya se encuentra enterado. La Nueva Medicina es diametralmente opuesta a las terapias médicas convencionales, incluyendo sus aplicaciones más exóticas. En la medicina convencional, el paciente, ser que sufre y que soporta su enfermedad, es usualmente sujeto al mero tratamiento de sus síntomas con cirugía, radiación, quimioterapia y morfina o también con salvado, brotes de soya, inyecciones de muérdago, remolachas, etc.
Ahora, con la Nueva Medicina el paciente se convierte en un "agente" activo en el tratamiento de su enfermedad. Él asume la responsabilidad de resolver su conflicto, quizás con cierto apoyo, pero básicamente tiene que resolver su conflicto por sí mismo. Una solución real es ciertamente lo mejor y lo más viable, una solución definitiva.
No hay una aproximación que se ajuste a todos, no una receta general que deba ser aplicada para poder obtener soluciones posibles. Solo existen posibles caminos para una solución óptima, y estos difieren de un paciente a otro. Está claro que una solución real puede no ser posible para algunos conflictos, éstos requieren una aproximación intelectual. Una perspectiva espiritual o religiosa puede ser útil para lograr esto, así como el apoyo de un amigo querido, como dice el lema: un dolor compartido es dolor a la mitad.
Ofrecer apoyo espiritual al resolver un conflicto en un nivel intelectual ciertamente ha sido un elemento central de la religión a través de las épocas. Basados en los principios de la Nueva Medicina, sólo podemos decir a los pacientes acerca de los diferentes caminos para resolver su situación. Finalmente depende del paciente y sólo de él mismo qué camino elige. En otras palabras, el paciente maneja su propia terapia, pero siempre asistido por un terapeuta de la Nueva Medicina, por si se presentan complicaciones.
Un paciente que va y viene entre las creencias de la medicina convencional y el concepto de la Nueva Medicina sentirá como estarse mojando continuamente con baños de agua helada y agua caliente. Estando ya afectado por su enfermedad, el paciente no mantendrá su defensa por mucho tiempo. La mera mención de un diagnóstico de cáncer o del término "metástasis generalizada" lo propulsará hacia un abismo de total impotencia. Para la mayoría de los pacientes, el supuesto común de que el cáncer continuará creciendo constituye una sentencia de muerte. Ser llevado de la esperanza al pánico, de la actividad a la pasividad, es entonces una situación catastrófica. Alternar entre estas "duchas frías y calientes" trae las peores complicaciones.
Es muy importante que el paciente no entre en pánico. El entrar en pánico hará que se active un programa biológico. Muy a menudo, la gente muere en pánico. La persona no debiera entrar nunca en pánico ni hacer entrar en pánico a los demás. Hay que tener un enorme cuidado con el entorno y especialmente con quien recibe de nosotros. No entrar en pánico significa que el enfermo nunca debe asustarse y que los terapeutas jamás deben asustar al enfermo.
Consejos y recomendaciones en la Fase de Recuperación y en una Crisis Epileptoide
La Fase de Curación está caracterizada por:
- Poca energía
- Pérdida de fuerza
- Fatiga
- Dolores de cabeza
- Inflamación
- Inflamación de los ganglios
- Congestión
- Constipación
- Dolor
- Calor
- Ardor
- Aumento de volumen
- Fiebre
- Sudores nocturnos
- Pus
- Sangrado
- Anemia y posterior leucemia
- Amnesia
- Bronquitis, laringitis, tos
- Prurito
- Descargas y flujos (potencialmente mezclados con sangre)
- Microbios
Las llamadas "infecciones" son síntomas típicos que indican que el conflicto relacionado ha sido resuelto, se está bajo la acción de los microbios y el órgano ó tejido correspondiente está ahora cursando por el proceso natural de curación.
A continuación detallamos un grupo de recomendaciones para personas que estén en Fase de Recuperación de algún conflicto. Es realmente muy importante aplicarlas para pasar la fase de la Crisis Epileptoide (epicrisis) lo más suavemente posible. La Epicrisis generalmente ocurre a la mitad de la Fase de Recuperación.
La Fase de Recuperación dura aproximadamente el mismo tiempo que haya durado la Fase Activa. En el 95% de los casos con las siguientes medidas es suficiente para superarla satisfactoriamente. Sólo en un 5 % de los casos son requeridos medicamentos.
En cualquier conflicto de pérdida territorial que haya durado más de nueve meses, un ataque cardíaco fatal es posible, el cual ocurre aproximadamente a las tres semanas después de la solución del conflicto.
Manifestaciones más comunes de la Epicrisis:
- Manos y pies fríos
- Sudor frío
- Mareos
- Náuseas
- Vómitos
- Visión doble
- Expectoración profusa
- Bronco espasmos
- Accesos de tos
- Sangrado
- Presión alta
- Dolor
- Cólicos por contracciones
- Cólico biliar
- Calambre muscular
- Crisis de ausencia
- Dolores de cabeza
- Asma
- Migraña
- Embolia pulmonar
- Hipoglucemia
- Crisis de hiperglicemia
- Crisis neumónica
- Epilepsia
- Isquemia cerebral
- Infarto al miocardio
- Paro cardíaco
- Ataques de pánico
Duración de la Epicrisis:
Tejidos del Ectodermo, controlados desde la Corteza Cerebral: 10 - 20 segundos, o más si es mantenida en suspensión.
Tejidos del Mesodermo Nuevo, controlados desde la Sustancia Blanca: 30 - 60 segundos, o más si es mantenida en suspensión.
Tejidos del Mesodermo Antiguo, controlados desde el Cerebelo: máximo 45 minutos.
Tejidos del Endodermo, controlados desde el Tronco Cerebral: máximo 4 horas.
Recomendaciones en Fase de Recuperación:
- Tomar café cargado, té o Coca Cola varias veces al día.
- Tomar vitamina C.
- Preventivamente está recomendado la administración de glucosa por vía oral.
- Poner hielo en la cabeza, varias veces al día, sobre todo antes de dormir, para enfriar el Foco de Hamer (FH).
- Mantener la cabeza fría, el mayor tiempo posible.
- No tomar el Sol directamente en la cabeza.
- Dormir en una habitación fría o fresca.
- Tomar poco líquido.
- Evitar los baños en saunas y baños calientes, sobre todo en la cabeza.
- Tomar duchas frías.
- Dieta balanceada, pero rica en proteínas.
- Sumergirse en agua salada, todo el cuerpo hasta el cuello (en caso de TCR activos).
- Compresas de miel de abeja sobre las áreas corporales en Fase de Curación con sintomatología.
Se debe tratar de localizar en la cabeza una zona más caliente que el resto de la cabeza, para aplicar estas recomendaciones:
- Dormir del lado contrario para que quede esa zona mas elevada.
- Enfriar con hielo esa zona más intensamente que el resto de la cabeza.
En caso de detectar que se está en medio de una Crisis Epileptoide:
- No tener pánico, actuar tranquilamente y con calma.
- Ejercicios de expiración para entrar en vagotonía y atenuar la Epicrisis.
- Mantenerse sentado, no acostarse, permanecer con la cabeza más alta que el cuerpo, para permitir el líquido fluir y eliminarse.
- Poner hielo en la zona de la cabeza más caliente o en toda la cabeza si no se localiza el Foco de Hamer.
- Poner un trapo húmedo y caliente en la zona del cuerpo afectada.
Fiebre
La fiebre es característica de la Fase PclA, donde se está bajo la acción de los microbios en recuperación de un conflicto biológico ya solucionado y manifiesta las siguientes máximas temperaturas según el tejido implicado:
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